La Esteatosis hepática no alcohólica o hígado graso, es la acumulación excesiva de grasa en el hígado, es consecuencia de múltiples factores de riesgo como sobrepeso, obesidad o diabetes mellitus. Identificar esta enfermedad y tratarla es de gran importancia dado que la presencia de solo grasa hepática puede progresar con inflamación, fibrosis, cirrosis y sus complicaciones, así como predisponer al desarrollo de hepatocarcinoma. Su prevalencia se encuentra en aumento, ya que se estima que el 50% de los pacientes con sobrepeso, y el 90% con obesidad tendrán hígado graso, progresando a cirrosis entre el 5 y 10% de los casos.

En la actualidad no existe una modalidad única en el tratamiento, si bien existen varias opciones terapéuticas, la modificación de la dieta y el estilo de vida siguen siendo los pilares del tratamiento, desafortunadamente la mayoría regresa a su peso inicial a los 18 ó 24 meses de seguimiento.

Se ha demostrado que la cirugía bariátrica (Manga gástrica o Bypass gástrico) mejora la hepatoesteatosis, los cambios inflamatorios y la fibrosis en pacientes con hígado graso. Actualmente estos son los únicos tratamientos que han comprobado una pérdida de peso significativa y duradera a largo plazo, sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para cirugía bariátrica o bien no desean operarse, pero para ellos los procedimientos endoscópicos definitivos o provisionales son una buena opción ya que ofrecen excelentes resultados.

El Balón gástrico es una opción moderna, consiste en un dispositivo de silicón que se introduce por la boca, se coloca en el estómago, se infla con solución salina, y al ocupar un espacio,  genera una sensación de saciedad logrando una perdida de peso sostenida. Este tratamiento es temporal, se quita cuando así se decida, además de que es el único aprobado para tratar no solamente la obesidad, sino también el sobrepeso.

Multiples estudios han demostrado la eficacia del Balón gástrico en el tratamiento del hígado graso con mejoría en cerca del 90% de los casos después de 6 meses de uso, así como reducción del volumen del hígado en un 95% de los casos. Siendo una modalidad segura y efectiva para los pacientes con hígado graso a corto plazo, ya que favorece la pérdida de peso y mejora los biomarcadores analíticos y ecográficos de grasa hepática.

¡CAMBIAMOS VIDAS!

Dr. César David Quiroz Guadarrama